domingo, 30 de junio de 2024

del abandono de las letras y la miseria continua

 Ayer alguien me pregunto si todavía escribo aquí. Le respondí que sí, pero retroactivamente. Me cuesta escribir ahorita porque hace una semana me compre unas postizas y todavía me cuesta acostumbrarme al movimiento de mis dedos con estas garras. ¿Qué pensaría de mí, la yo que empezó a escribir aquí hace más de 10 años? 

Ya no escribo como antes creo, porque siempre me da la impresión de que escribo sobre lo mismo y que todo lo que tengo que decir, ya lo dijo alguien más y seguramente mejor que yo. 

Solo escribo de lo que sufro, de lo que es mi existencia y el internet me hace pensar que todos vivimos la misma vida de una forma u otra, que ninguna experiencia es auténtica y que no soy diferente a nadie. Eso me libera y me mortifica a la vez, porque entonces me siento libre de simplemente ser sabiendo que todos sufren igual que yo, y me lastima porque entonces no le encuentro sentido al sufrimiento si no es único.

Yo solo quiero ser, no quiero estar. No quiero existir más en este plano, quiero irme y alejarme de todos y de todo, porque no entiendo como ser agradecida, no sé cómo sacarme de la cama, como querer salir y ver y hablar porque hace 10 años me parecía que era una persona interesante y que tenía tanto que dar, pero ahora siento que solo sé que no se nada, que no soy interesante y que estoy vacía y no tengo nada que dar.

Todo lo que me gusta, todo lo que hago, todo lo que sé no le interesa a nadie y por algún motivo de nuevo eso me libera porque puedo ser yo sin vergüenza, pero me lastima porque pienso que mi yo verdadero nunca podrá ser reconocido ni amado por nadie.


Y así, como hace 10 años, siempre llego a la conclusión, de que soy miserable.

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