Bueno, se llego diciembre. Por fin! Se acaba el año. Nunca había querido tanto que se acabara un año como en esta ocasión. Pobre 2011, estoy segura que no debía ser un mal año para mi, pero que le vamos a hacer.
En estos proyectos que tengo de terminar por ultima hora esta esa cuestión de terminar una agenda que empece a pintar el año pasado cuando me robaron mi Pascualina. Nunca la termine, siempre estuve tan ocupada. Hace meses que decidí terminarla guiándome por mis estados de fb del año pasado para saber mas o menos las fechas de acontecimientos importantes que agregar, pero era demasiado doloroso leer todos esos datos.
Ayer me pase todo el día en eso y no crean, siempre es difícil leer las cosas que escribía. Siempre estaba tan feliz, tan animada y contenta, tanto así, que hasta siento que no fui yo quien escribió esas cosas. ¿Que me paso? Me pregunto.
En realidad si se que paso. Me deje derrotar y deprimir por un fracaso, que no fue un pequeño fracaso sino uno grande pero al final no era el fin del mundo. Me siento tan mal por haber desperdiciado este año, que me propuse vivir lo que me queda bien, ya sin lamentarme tanto. Estoy intentando recobrar el optimismo que perdí, encontrar la felicidad que se me escapo de las manos. Esas ganas de luchar por mis sueños, de no rendirme ante nada.
Hasta me siento hipócrita porque durante todo el 2010 fui TAN positiva sobre todo, siempre diciéndole a la gente que aunque todo estuviera mal siguiera adelante y yo por en cambio, me deje vencer tan fácilmente. No escuche mis propias palabras. Tal vez después de todo si sufro de orgullo excesivo, de no escuchar a la gente porque siempre me creo con razón.
Al menos ahora que ya entiendo un poco mejor todo esto, creo que el año que viene será (SERÉ) mejor.
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