sábado, 3 de agosto de 2013

Ticketed

Otra vez lo volví a hacer. Otra vez lo dije, otra vez me tembló la voz y se me encendieron las mejillas mientras trataba de explicar lo que quería decir.
Otra vez dije públicamente que tengo TDA. 
Otra vez todas las miradas estuvieron en mi, algunos con sus ojos muy abiertos entendieron la razón de porque soy tan diferente mientras que otros me miraron con desconfianza como si fuera mentira.
Ojala fuera mentira.

Me da tanto miedo admitirlo, me da tanto miedo que lo sepan porque precisamente nunca se como reaccionaran. Bueno, es mas como que ya se COMO reaccionaran.
Simplemente me ignoraran, no querrán estar conmigo y tal vez no precisamente por el TDA sino por lo que esto me ha vuelto, por lo que convertí después de tantos años. 
Como si un ácido hubiera caído sobre mi y tuviera las cicatrices expuestas para siempre.

Es extraño como sin ser algo visible y sin necesidad de que yo se los diga, la gente sabe que no soy igual a los demás y de maneras que quizás ignoran me terminan excluyendo, inclusive los maestros.
Que viva la educación inclusiva.