Solo quiero, sin el te.

Lo siento mucho querido, pero no puedo prometer te nada.
No estoy para creer en el amor, no, que no quiero ser novia de nadie.
No quiero ese titulo otra vez.
No quiero atarme otra vez a alguien solo para perderlo.
No quiero decir que te quiero, porque ahorita no me hacen sentido esas palabras.
Prefiero decirte que quiero tomarte de la mano en la oscuridad,
prefiero decirte que quiero darte un beso cuando nadie nos mira.
Prefiero decirte que quiero hablarte toda la noche, que me encanta hablarte toda la noche.
Que me agradas, que me atraes, que me gustas.
Pero no quiero decirte que te quiero y no quiero oírte decir que me quieres.
No quiero hablar de amor ni de sentimientos.

Y de alguna forma, por una vez,
me agrada no tener ni techo ni suelo que me definan,
que me agrada por un momento solo ser.

Estire la mano pero no habia papel

Estoy enferma, me dio gripe.
Ando moqueando todo el día, y necesito sonarme la nariz a cada rato.
Pero me pasa algo curioso.
"Voy a la cocina por papel" pienso y mis pies y todo mi cuerpo,
sin dudarlo en absoluto, se encaminan a la cocina.
Pero cuando llego, no están las cosas como yo las recuerdo.

Es que mi mente busca el rollo de papel que tu mamá siempre tiene en la cocina.
Al llegar hasta estire la mano.
Y trate de alcanzar, como si fuera un fantasma, el rollo de papel.
Y juro que lo vi.
Y juro que yo estaba en esa maldita cocina.

Pero no se como, caí en cuenta que no era tu cocina. Era mi cocina, y ahi no hay papel.
Una parte de mi, me insiste. Me hace retorcerme por dentro cuando me dice "hay papel en la cocina".

Que cruel, que difícil.

Mi mente juega conmigo, de formas tan extrañas.