Hay gente que se pregunta, luego de un tiempo de conocerme, ¿y esta niña porque siempre se queja?
Puedo decir que la respuesta que he encontrado a esa pregunta por el momento es, que así me ha hecho la vida. No me gusta quejarme pero es lo que me queda.
Desde que tengo memoria me siento como eso de "una serie de eventos desafortunados" o "momento y lugar equivocado". La suerte no es un factor a mi favor (hay quienes dicen que no existe), o si es el destino lo que me lleva a donde he estado, por la gran madre sinceramente que pura mierda.
Es extraña la situación en la que yo y mi familia nos encontramos todo el tiempo, ni tan bien ni tan mal. Nunca estamos tan mal como para sentirnos olvidados de Dios, pero nunca nos encontramos tan bien como para sentirnos realmente felices.
Le damos gracias a Dios por las cosas que tenemos (salud, trabajo, ...) pero cuando le pedimos algo distinto a lo necesario, algo solo un poco fuera de lo común (un aumento de sueldo, encontrar una buena oportunidad de trabajo, etc) pareciera mandarnos una pequeña notita desde arriba con un gran NO en letra clara y grandota. Aun así a veces pensamos "tal vez este NO quiere decir sigan intentándolo" pero de nada sirve. Siguen llegando notitas de NO cada vez que tratamos de salir del problema, hasta que nos damos por vencidos y nos resignamos al NO.
No puedo decir que me siento molesta con Dios porque a comparación de mucho gente estamos bien. Pero ese bien aburre, y creo que es cuestión de todo humano desear estar mejor. No debería ser malo, pero al parecer querer más que salud y trabajo es inaceptable en mi historia.
Por eso es que me quejo y protesto tanto, porque a pesar de todo sé que igual me voy a tener que resignar ademas que no pierdo nada y solo gano algo pequeñito: desahogarme.
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