Desde que tengo 10 años tengo ideaciones suicidas. No me pregunte porque pero es un pensamiento recurrente al que ya me acostumbré a que exista, ocupando ram en el fondo de mi mente, como una mosca que gira al rededor tuyo fastidiando.
A veces me permito divagar en la idea y pienso en la tranquilidad de una muerte elegida y controlada en vez de lo inesperado y tormentoso de cualquier otra muerte. Otras veces abro una ventana y dejo que la mosca se vaya aunque se que seguro hay huevecillos de ella en mi mente esperando a reventar y volar.
También me pasa que de repente tengo estos pensamientos sobre algo que va a salir mal y me voy a morir de repente. Paso debajo de un puente manejando y alucino que un carro me va a caer encima. Camino por la orilla de la banqueta para esquivar a la gente y mi mente me presenta en full HD 4k las posibilidades de que alguien me empuje y me apache una camioneta.
No me pregunten porque tengo estas ideas. Simplemente existen y he aprendido a convivir con ellas a falta de formas de no tenerlas.
Pero anoche fue lo más cercano que he tenido de morirme de veras. De verdad, de verdad, de veras.
Cuando la gente me apretujaba y sentía como mi cuerpo se encogía sin dejar espacio para el aire, mientras me retorcía en el lado gritando con todas mis fuerzas que alguien me ayudara, mientras pensaba que finalmente, FINALMENTE mi mente estaba en lo cierto y estaba por morirme, me negué.
No creo que estas ideas estúpidas se vayan después de esto. Al contrario, una parte de mi quiere convencerme que esto fue la muestra de como podría ser de horrible morirme y que mejor debería tomar control del asunto.
Pero otra parte de mi abre la ventana y deja que la idea vuele fuera. Pero veo a sus huevecillos creciendo adentro mío.
La parte que me hizo aferrarme a seguir luchando existe y aunque no sé cómo va a salir todo esto, seguiré tratando de pensar como solucionar el problema de las moscas.
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