lunes, 21 de mayo de 2012

In Heaven

La luz pálida ilumina mi habitación.
Abriendo y cerrando con pereza los ojos,
intento relajarme.
Me gusta estar así,
acostada en mi cama en posición fetal.
Abrazando una almohada como si
fuera un escudo y un amigo.
Un amigo porque me acompaña y
un escudo porque me protege
cuando algún fantasma acecha
mi pensamiento.
A veces, enrollo un mechón de mi pelo
en un dedo y juego con el.
Me pregunto si seré la única que
se encuentra increíblemente bonita
cuando no se peina
cuando no se maquilla
cuando no se preocupa por nada.
Doy vueltas en las sabanas rosadas
de cuarto de niña.
Recuerdo cuando siendo mas pequeña
fastidiaba a los mayores
diciendo que las mancharía de sangre
que prometiera mi muerte.
Siempre he amado jugar con esas dos cosas
con mi muerte y mi locura.
Me gusta parecer perturbada
como si algo no estuviera bien conmigo.
Tal vez solo es mi manera de llamar la atención de todos.
Siendo sincera, nunca lo había visto así.
Supongo que ha esto le llaman "madurar".
Quien sabe, yo no.
Es decir, soy muy joven ¿verdad?
Últimamente siento que voy tarde a todos lados.
Como que la vida va muy rápido para mi.
"La vida es para los vivos" dicen.
Tal vez entonces yo ya este muerte
y no me he dado cuenta.
Tal vez por eso en las fotos mis ojos siempre
se ven un poco tristes.
Porque en algún momento morí
y no me he dado cuenta.
Ni yo ni nadie se han dado cuenta.
¿Y si solo soy un fantasma?
¿Y si de verdad estoy loca y todo esto
solo es un sueño provocado por algún sedante?
¿O si simplemente soy muy débil?

No me gusta ninguna de las opciones.
Seria horrible.
Pero algo me dice que la tercera
es la mas probable.

Muerdo la uña de uno de mis dedos
primero la humedezco,
la mastico con paciencia hasta que me la arranco.
Hay gente a la que le da asco lo que hago.
Ya saben, morderme las uñas.
Y tal vez creo que otras cosas que hago les darían asco.
A mi no, porque lo he hecho toda mi vida.

Abro los ojos y miro el techo.
Dejo que la luz verdosa del foco fluorescente
me lleve a un lugar que no conozco
dejo que me borre los pensamientos
que me atosigan todo el día.
Me dejo llevar por esa sensación de libertad
hasta que que me percato que no se
a donde me lleva esa luz.
Cierro los ojos y una sombra de luz
parece en el interior de mis parpados.
Que increíble, disfrutar de estos momentos
de locura,
donde me permito ser como en realidad soy.
Solo una niña asustada.
Muy asustada.
Esperando que le digan que todo estará bien,
que no tiene de que preocuparse nunca de nada.
Respirar cuando estoy en ese estado de éxtasis
se siente tan irreal.
Ver mi pecho subir y bajar.
Sentir el latido de mi corazón que insiste
en mover la sangre en mi cuerpo.
Muevo mis dedos y disfruto del roce entre ellos.
Es mi piel contra mi piel.
Entonces me rió.
"He de estar muy loca", pienso
y me levanto de mi cama reprimiendo todo deseo
de seguir allí.
En el cielo.


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